
En México, según datos de OCC y AON, el tiempo promedio para cerrar una posición puede oscilar entre 20 y 30 días. Si bien este margen puede parecer razonable en el papel, en sectores como tecnología, logística, servicios financieros o manufactura, ese lapso representa un riesgo real. Una vacante abierta por más de dos semanas no solo significa un puesto sin cubrir, sino un eslabón perdido en toda una cadena de operación que empieza a desgastarse.
El impacto no es menor. Los equipos internos asumen cargas adicionales, los procesos se ralentizan, se postergan decisiones estratégicas, y en muchos casos se generan errores por saturación o falta de visibilidad. Además, la experiencia de los clientes o usuarios finales puede deteriorarse, especialmente en operaciones que dependen del cumplimiento preciso de tiempos, calidad o soporte técnico.
Lo más preocupante es que estos efectos no siempre se contabilizan en los reportes de costos visibles, pero sí generan un desgaste acumulado que puede convertirse en un problema estructural. La rotación interna aumenta, la motivación baja, los líderes intermedios pierden foco y la empresa se ve obligada a tomar decisiones urgentes bajo presión.
Ante este contexto, algunas organizaciones han comenzado a repensar la forma en la que abordan el reclutamiento. Ya no se trata únicamente de conseguir buenos perfiles, sino de resolver el problema completo: encontrar al candidato correcto, en el momento justo, bajo un proceso trazable, legal, bien administrado y con visibilidad total.
Esa es precisamente la apuesta que ha venido desarrollando Devant. A diferencia del modelo tradicional de Staffing —basado en hojas de Excel, procesos lentos y entregas por volumen—, su enfoque parte del entendimiento del negocio como un sistema vivo, donde la gestión del talento debe estar alineada al ritmo operativo de la empresa.
Desde la etapa de búsqueda, el proceso se apoya en filtros automatizados, validaciones técnicas y entrevistas desde el primer día, con un promedio de 3 a 4 días para presentar candidatos validados y un cierre de posiciones en un plazo máximo de siete días. Esta rapidez no es resultado de improvisación, sino de una metodología sistematizada, potenciada por inteligencia artificial y por un enfoque claro: calidad sobre cantidad.
Pero el diferencial más profundo está en lo que ocurre después de la contratación. En Devant, el proceso incluye la administración completa del talento integrado: contratos, cumplimiento legal, nómina, vacaciones, trámites administrativos y seguimiento postventa. Es decir, no solo se cubre la vacante, también se garantiza que el talento opere bajo control, con orden y sin fricciones.
Todo esto se complementa con una plataforma tecnológica que permite a los clientes tener visibilidad 360° sobre su personal: desde asistencia, actividades y capacitaciones, hasta facturación, vacaciones y disponibilidad. Esta visibilidad en tiempo real no solo mejora la gestión, también brinda confianza y control operativo desde el primer día.
El modelo está respaldado por certificaciones internacionales como ISO 9001 (Gestión de Calidad), ISO 27001 (Seguridad de la Información) y registro REPSE vigente, lo cual garantiza que cada proceso cumple con las normativas exigidas, especialmente en industrias que operan bajo marcos regulatorios estrictos.
En momentos donde la incertidumbre exige mayor capacidad de respuesta, la pregunta ya no es quién puede entregar currículums, sino quién puede convertirse en un verdadero aliado para gestionar el talento con inteligencia, trazabilidad y velocidad operativa. Porque al final, no se trata solo de llenar vacantes… se trata de mantener el negocio en marcha.
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